Comenzó por pedirles que TODOS LOS DIAS estuvieran pendientes de las cosas buenas que notaban en tres personas, éstas podían ser amigos del barrio, del colegio, profesores, familiares  y toda persona con quien entren en contacto.

Todas las noches Kramer se sentaba con sus hijos y los ayudaba a escribir notas breves de agradecimiento a estas personas, asegurándose de que las tarjetas postales fueran enviadas.

Al principio les daba mucho trabajo a los niños hacer esto, pues les parecía ridículo y sin sentido práctico. “No puedo pensar en nadie a quien escribir” –se quejaban. Pero pronto comenzaron a descubrir muchas cualidades no percibidas antes en la gente.

Kramer fue persistente y continuó experimentando fielmente con su idea. Sus hijos se dieron cuenta pronto que la alegría que producía el reconocimiento y valoración que daban a los demás, les regresaba multiplicada.

Las tarjetas postales comunes en las que escribieron sus primeras notas de agradecimiento, fueron sustituidas por “graciasgramas” diseñados especialmente para parecerse a  los memorandos y que transmiten  la misma impresión de importancia y urgencia. La respuesta tan positiva y optimista de personas            que recibieron “graciasgramas” llevó a Kramer a ampliar su idea: “Ya que ha hecho tanto bien a mi familia ¿Por que no permitir que otros los usen  para conseguir felicidad?” razonó. Desde entonces la Fundación Kramer envía a toda persona que lo solicite un suministro gratuito de “graciasgramas” para una semana, sin embargo Kramer puso una condición: toda persona que recibiera el regalo de los graciasgramas, tenía que estar de acuerdo y convenir  en buscar dos cosas buenas en dos personas cada día: debía prometer enviar dos graciasgramas, sin falta, cada día.

Hasta hoy, el “hombre de  las gracias” ha obsequiado cerca de dos millones de graciasgramas a personas que, como él mismo, quieren formarse el buen hábito de buscar lo bueno de todos y hacerlo notar.

Los “graciasgramas” son deliberadamente del tamaño de una tarjeta postal para ayudar a la gente a comprender el poco tiempo que lleva mostrar agradecimiento o elogios deliberados. “Nadie puede utilizar la excusa de que no tiene tiempo, declara Kramer”. (Tal vez la verdadera razón de que no lo hagamos es el MIEDO a lo que pueda pensar la persona que los recibe, el temor cobarde al “QUE DIRAN”: el parecer “cursi” o “patero”, etc.)

Yo personalmente envío diariamente uno a un miembro de mi familia y otro a alguien que no lo es. Muchos dirigentes mundiales y personas famosas creen de modo intenso en la idea de Kramer DE  CULTIVAR UNA PERCEPCIÓN DE LO BUENO, como medio para encontrar la felicidad y el éxito en la vida.

Las sgtes. personas están entre los muchos que emplean y promueven sus graciasgramas:  Harold Macmillan, Bob Hope, Henry Ford, Walt Disney, Jerry Lewis, Ike Eisenhower y Norman Vincent Peale.

Debido a su “idea loca” de fomentar el arte del agradecimiento a Edward Kramer se le conoce como “el hombre mas agradecido del mundo”. Está haciendo tal vez mas que ningún otro ser viviente para ayudar a la gente a redescubrir lo bueno en su  vida y encontrar la felicidad y el éxito. ¿Quiere unirse a esta campaña mundial y ser uno mas de los dos millones que ya lo hacen?, Pues bien, al final de este texto encontrara sus graciasgramas para empezar, pero EMPIECE HOY, no deje pasar un día sin hacerlo.

TESTIMONIOS

Nombre: Luis Alberto Meza Lopez
Empresa: "RTC PERU S.A"
Cargo: Supervisor

Este GraciasGrama se lo di a mi señora en el cual le menciono su comprensión, ayuda en los momentos difíciles, ya sea económicas como laborales, le dije gracias por atenderme cuando llego cansado del trabajo, gracias por soportar mis momentos de locura y amargura, gracias por levantarme la moral en momentos que yo me sentía sin fuerzas para seguir luchando, gracias por estar estos 18 años de casado, gracias por existir y darme la felicidad de querer y ser querido.

Ante todo esta ella me devolvió todo lo mencionado y nos dimos un fuerte beso.

Nombre: Madeleine Flores
Empresa: "Almacenes Santa Clara S.A"
Cargo: Asistente de Servicios

Antes de entregar el GraciasGrama, sentí un poco de nervios, sentía miedo de que se rían, por expresar no solo mi gratitud, sino el sentimiento verdadero de gratitud, porque pienso que todo lo que estoy aprendiendo en estos días me esta ayudando y quiero cambiar y mejorar mi actitud, Entregue los GraciasGrama a mis dos compañeros de Área y los quedé mirando hasta que terminen de leer, terminaron y me miraron fijamente a los ojos y con una sonrisa muy amplia me dijeron, graaaaaaacias... que bonito detalle... y me sentí muuuuuy bien, porque el brillo de los ojos cuando una persona te dice algo sincero es diferente.

Esta experiencia me dio mucha mas tranquilidad, me llenó de dicha y me dio la oportunidad de mejorar mis relaciones tanto laborales como personales, porque ahora las personas que me rodean ya saben que aprecio todo lo que hacen.

Nombre: Patricia Francisca Piscoya Allavena
Empresa: "MOLITALIA S.A"
Cargo: Mercaderista

"A mi esposo, por quererme, aceptarme, cuidarme, por lavar los platos y cocinar cuando estoy enferma o cansada, por preocuparte cuando estoy enferma, por llamarme todos los días hasta cuando estoy molesta, por esperarme y recogerme en la noche desvelando tus sueños por mi seguridad, perdóname por no decirte que te amo más seguido, perdóname si te hice sentir mal en algún momento, por todos los 11 años de matrimonio que compartimos juntos gracias".

Ante todo esto él me abrazo y se le calleron algunas lágrimas, me dijo que era su obligación y me agradecio estas lindas palabras.